La laringe se ubica entre la faringe y la tráquea, representando la entrada a las vías respiratorias inferiores. También se le conoce como el órgano fonador, ya que es donde se encuentran las cuerdas vocales que permiten el habla. La laringitis se refiere a la inflamación de la laringe.
Acompáñanos a descubrir todo sobre la laringitis en niños, pasando por los síntomas, las causas y el tratamiento adecuado para esta enfermedad.
Síntomas de la laringitis en niños
Los síntomas de la laringitis tienden a aparecer de forma brusca, durante la noche y suelen ser temporales.
Normalmente el niño se despierta con una crisis de tos seca, dificultad para respirar, ronquidos y pitidos que se escuchan con cada respiración. En algunos casos puede acompañarse de fiebre y dolor de garganta.
Cuando el niño inspira, produce un sonido fuerte, producto de la vía aérea inflamada y el aire intentando pasar, este sonido se conoce como estridor laríngeo; este empeora cuando el niño se agita o con esfuerzo físico. Otro síntoma característico, es la afonía o ronquera, por la inflamación de las cuerdas vocales.
Las crisis de respiración forzada y laringitis con tos seca, también conocida como tos perruna, por su similitud con el ladrido de un perro, pueden durar de unos minutos a horas y luego resolverse espontáneamente.
Cuando estos síntomas se prolongan por mucho tiempo es necesario consultar con un médico.
Causas de la inflamación de la laringe
La laringitis en niños, al igual que la faringitis, se debe principalmente a la infección por virus. Son varios los virus que pueden atacar la laringe y producir laringitis en los niños, por lo que puede repetirse varias veces durante el año, especialmente en otoño y los primeros días de invierno.
Otra causa de laringitis en niños son las alergias, en donde el niño presentará inflamación de la laringe, cuando tenga contacto con la sustancia que produce la alergia, como por ejemplo, el polen, medicamentos, una comida, etcétera.
Existe un tipo de laringitis que se presenta en niños menores de 5 años con frecuencia, en donde hay una obstrucción del paso de aire a través de la laringe, conocido como laringoespasmo o crup. Esto se debe a que el diámetro de la laringe en los niños pequeños es angosto y cuando se inflama puede obstruirse.
Tratamiento para la laringitis
Por fortuna, la mayoría de los episodios de laringitis sanan solos, entre dos y tres días después de iniciado el cuadro. Casi la totalidad de los casos se debe a infecciones virales, por lo que el uso de antibióticos no es necesario y queda solo a criterio del médico su uso o no.
Es importante que tanto tú como el niño se mantengan tranquilos para evitar que el niño se agite y/o lloré, lo que puede empeorar la crisis de tos. En caso de que el bebé presente fiebre, se le puede administrar medicamentos vía oral o supositorio para disminuir la temperatura.
Para prevenir nuevas crisis de tos durante la noche, eleva la cabeza del niño para que duermas semi sentado.
Ofrece líquidos de manera constante para mantenerlo hidratado.
El aire fresco también ayuda a aliviar los síntomas y a desinflamar la laringe, por lo que abrir la ventana del cuarto o llevarlo a dar un paseo para que respire aire fresco puede ser beneficioso. Abrigale bien en caso de que haya mucho frío en el exterior.
Cómo medida de rescate en los momentos de la crisis, puedes hacer que el niño respire vapor caliente, ya sea en el baño con agua caliente o en la cocina calentando agua en una olla, y haciendo que el niño respire el vapor durante unos 15 minutos.
¿Cuándo debo llamar al médico?
Hay situaciones que se pueden salir de las manos y es necesario que consultes con el médico, por ejemplo:
- En caso de que el estridor o respiración forzada se presente en reposo.
- Si la dificultad para respirar y la tos no mejoran con la inhalación de vapor caliente.
- La crisis de tos dura más de una hora.
- Si el laringoespasmo se presenta posterior a la administración de un medicamento, algún alimento o la picadura de un insecto.
- Dificultad para respirar grave, representada por labios o piel azulada, respiración rápida y esfuerzo respiratorio.
- Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 3 días.
- En raras ocasiones la laringitis es grave y amerita hospitalización, para administrar corticoides y adrenalina inhalada.
Si aún tienes alguna duda sobre la laringitis en niños puedes consultar con un Doctor Marqués vía online.