Otro punto que hay que tener en cuenta, es el período de ventana, que es el tiempo que transcurre desde que se produce el contagio de la ETS, hasta que una prueba es capaz de detectar la infección.
Un ejemplo de esto sucede con el VIH, si te contagias hoy y te haces la prueba mañana, el resultado será negativo, porque el organismo aún no ha desarrollado anticuerpos contra el VIH. Este virus tarda aproximadamente un mes, para que la prueba pueda dar resultados fiables.
Este periodo de ventana puede variar en cada enfermedad, dependiendo del microorganismo implicado, incluso en una misma infección, los márgenes pueden ir de 10 a 90 días, como ocurre en la sífilis.
En el caso de la hepatitis B puede pasar 1 mes, sin que se desarrollen anticuerpos, por lo tanto la prueba puede resultar negativa en un principio, aún estando infectado.
Todo esto quiere decir que las pruebas ETS, aunque se realicen de forma inmediata, deben repetirse nuevamente aproximadamente al cabo de un mes del contacto sexual de alto riesgo y posteriormente cuando su médico lo indique.