Vómito sin Fiebre en Niños: Causas y Qué Debes Hacer

vómito sin fiebre en niños

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Los vómitos producen una de las sensaciones más desagradables que existen y pueden aparecer por diversas situaciones.

Acompáñanos hoy a conocer del vómito sin fiebre en niños, sus causas y qué debes hacer cuando se presenta. 

Causas del vómito sin fiebre en niños

El vómito en niños no representa una enfermedad como tal, sino más bien un síntoma que puede acompañar a distintas enfermedades. Por esta razón generalmente se acompañan de otros síntomas como diarrea, dolor abdominal, fiebre, tos, etcétera.

Las enfermedades que ocasionan el vómito sin fiebre en niños por lo general son benignas y en pocos casos resultan de una enfermedad grave, por lo que pueden presentarse vómitos sin fiebre.

Estas son las causas más comunes del vómito sin fiebre en niños:

Alergia alimentaria

Existen determinados alimentos que cuando son ingeridos por el bebé, por segunda vez, pueden ocasionar reacciones alérgicas. Una de las manifestaciones de una reacción alérgica a los alimentos son los vómitos, que aparecen rápidamente al ingerir la comida. 

Las alergias alimentarias más comunes son producidas por el maní, pescado y los mariscos, sin embargo, se pueden presentar con cualquier alimento. En algunos casos el vómito es el único síntoma presente, pero existen casos más graves, donde se obstruye la vía respiratoria y debe ser tratada con urgencia.

Intoxicación por alimentos

En este caso los vómitos se presentan pocas horas después de consumir el alimento contaminado, generalmente son alimentos que han empezado a deteriorarse, en los cuales hay bacterias productoras de toxinas, que afectan el sistema digestivo, produciendo vómitos y en algunos casos diarrea. 

En estos casos el vómito puede ser beneficioso, ya que con el vómito se eliminan las sustancias tóxicas que se han ingerido. 

Crisis de tos

Las crisis de tos, especialmente en niños que sufren de regurgitación y reflujo, pueden encadenar episodios de vómitos y se le conoce como tos emetizante.

Mareos

Los mareos que se producen en embarcaciones y, en algunas ocasiones, en viajes en auto, pueden desencadenar vómitos en los bebés.

Se ha descrito que tienen su origen genético, lo que explicaría porqué no todos los bebés resultan afectados durante estos viajes.

Traumatismo craneal

Un golpe en la cabeza del bebé, puede desencadenar sangrados dentro del cráneo, que aumentan la presión intracraneal y pueden desencadenar vómitos.

Si los vómitos se presentan posterior a un traumatismo en la cabeza del bebé, debemos acudir a urgencias, ya que puede tratarse de algo grave. 

Traumatismo abdominal

Los golpes directos en el abdomen, posterior a caídas de altura, traumatismos deportivos o accidentes de tránsito, pueden lesionar los órganos internos del niño y producir vómitos, asociados a dolor abdominal.

Ante esta situación, el niño debe ser evaluado inmediatamente por el médico.

Estenosis pilórica

El píloro es una estructura ubicada en la parte inferior del estómago, que permite el paso del contenido estomacal al intestino delgado. Cuando el píloro es demasiado estrecho, dificulta el paso del contenido del estómago hacia el intestino, esto se conoce con el nombre de estenosis pilórica.

Aparece entre las 2 semanas y dos meses de vida, con vómitos que salen en forma de chorro fuerte. El bebe no logra digerir la cantidad suficiente de nutrientes, por lo que tiende a perder peso.

Debe ser diagnosticado por el médico y la resolución es quirúrgica.

Obstrucciones intestinales

En raras ocasiones pueden presentarse malformaciones congénitas, que pueden originar obstrucción en el paso del contenido a nivel intestinal, como vólvulos, que es una torsión del intestino, estrechamientos o estenosis intestinal e invaginación intestinal, qué ocurre cuando un segmento del intestino se desliza dentro de otro.

En todos estos casos el médico es quien hace el diagnóstico y quien pauta el tratamiento a seguir, que por lo general es la cirugía para resolver el problema.

Infección respiratoria

El aumento en la producción de moco y tos puede producir vómito sin fiebre en niños, desde una simple gripe, hasta una infección más grave, como la neumonía, puede manifestarse con vómitos, que generalmente se acompaña de otros síntomas como fiebre, tos, secreción nasal y en casos graves dificultad para respirar. 

Infecciones

Como la amigdalitis, otitis, meningitis o infecciones urinarias también pueden desencadenar episodios de vómito sin fiebre en niños.

Gastroenteritis

Corresponde a una infección intestinal en donde uno de los síntomas principales son los vómitos, también se puede asociar diarrea, fiebre y dolor abdominal que va y viene.

Vómitos cíclicos

Esta es una enfermedad que se caracteriza por presentar náuseas o vómitos recurrentes o cíclicos, caracterizada por un período asintomático entre los episodios de vómitos. 

Principalmente se presenta en niños entre 3 y 7 años y suele desaparecer al llegar la adolescencia. No existe una causa específica conocida que produzca los vómitos cíclicos, sin embargo, se han visto relacionados con la migraña.

¿Qué debes hacer cuando se presentan los vómitos?

El mayor riesgo que existe en los bebés con vómitos es la deshidratación, por lo que nuestros principales esfuerzos, deberían estar destinados a mantener al niño hidratado.

Si el bebé está presentando vómitos, sin fiebre, ni diarrea, se le pueden ofrecer líquidos azucarados en cantidades pequeñas, aproximadamente una cucharada cada 5 minutos.

Aunque el bebé pida más líquido, debes darle poca cantidad para evitar que se llene el estómago y vuelva a vomitar.

En caso de que se acompañe de diarrea, lo indicado es que la hidratación se realice con sales de rehidratación oral y se eviten las bebidas azucaradas, ya que podrían aumentar el número de evacuaciones.

A medida que el bebé vaya aceptando los líquidos, se puede aumentar la cantidad y la frecuencia progresivamente. Una vez que el bebé tolera los líquidos con normalidad, puedes ofrecerle comida, sin forzarlo y en pequeñas cantidades.

Evita utilizar soluciones caseras, por el riesgo de tener errores al momento de prepararlas, pudiendo originar consecuencias negativas para el niño. Tampoco se deben usar bebidas gaseosas, para hidratar a los niños durante los vómitos.

Los medicamentos para los vómitos, que suelen ser usados en adultos, sólo deben ser administrados bajo supervisión médica por el riesgo de presentar efectos secundarios no deseados.

¿Cuándo consultar al médico?

Los vómitos generalmente pueden ser manejados en casa, pero existen determinadas situaciones que deben ser revisadas por el médico:

  • Bebés menores de 6 meses con dos o más vómitos.
  • En caso de intolerancia total a los sólidos y líquidos, o si el bebé incluso vomita sin haber tomado nada. 
  • Vómitos verdosos, con sangre o parecidos a borra de café.
  • Cuando se presentan acompañadas de un dolor abdominal o de cabeza fuerte. 
  • El abdomen del bebé se presenta duro y abultado.
  • Se acompañan de popó con sangre o popó negra.
  • Si se presentan posterior a traumatismo craneal y los vómitos son explosivos.
  • Si debe tomar alguna medicación y la vomita.
  • Si el bebé presenta signos de deshidratación, piel y boca seca, llanto sin lágrimas, orinas oscuras y escasas.